El dolor lumbar en el embarazo suele aparecer a partir de la semana 22 ( segundo trimestre). Es un dolor que puede irradiar hacia la pierna y que empeora al inclinar el tronco hacia delante. La edad materna avanzada, la hiperlaxitud, la obesidad y padecer de forma frecuente dolores en la espalda, se han asociado a mayor frecuencia de aparición de este dolor lumbar. Generalmente desaparece de forma espontánea tras el parto, pero 5 de cada 10 mujeres refiere haberlo sentido durante el primer año post-parto y en 2 de cada 10 hasta los 3 primeros años de vida del bebe.
El dolor pélvico puede aparecer entre la semana 24 y 36 de gestación, es decir, en el tercer trimestre del embarazo. Generalmente irradia a la zona glútea o de las crestas iliacas y puede bajar por la cara posterior de la pierna. Es un dolor intermitente, no continuo, que aparece al mantener ciertas posturas fijas. La mayoría de mujeres embarazadas que lo padecen refieren que desaparece entre 1 y 6 meses post-parto, y solo el 9% lo sufren durante el primer año de vida del bebe.
Los dolores descritos se deben mayoritariamente a los cambios en el cuerpo ya explicados en el anterior post, pero hay que tener en cuenta una serie de signos de alarma para no pasar por alto otra patologia de columna, las embarazadas pueden sufrir también hernias discales!! Los signos de alarma son: dolor que no cede en reposo, dolor quemante y hormigueo que baja hasta el pie, alteraciones esfinterianas, fiebre.
Si estás embarazada y padeces dolor lumbar o pelvico, házselo saber a tu ginecólog@, con mayor atención si detectas alguno de los signos de alarma.
Tras el parto es momento de empezar a cuidar nuestra columna:
– Se recomienda mantener un equilibrio entre dieta mediterránea, moverse y descansar.
– Los ejercicios hipopresivos y de suelo pélvico ayudaran al cuerpo a recuperarse antes de iniciar ejercicio físico más demandante.
– Ten especial cuidado con las posturas fijas ( al dar de mamar, biberón, cambio de pañal o bañar al bebe…), asegúrate de que la espalda está en una posición correcta para no sobrecargar la musculatura más de lo debido.
– Si pasado unos meses observas que el dolor persiste solicita una cita y valoraremos el estado de tu columna vertebral.