DOLOR LUMBAR O CERVICAL CRÓNICO INESPECÍFICO

Los médicos catalogamos así a aquellos pacientes que presentan un dolor relacionado con los movimientos  y con contracturas musculares, en cervicales o lumbares, que responde mal a los tratamientos habituales, que persiste durante meses en alta intensidad y siempre que se haya descartado una causa anatómica grave. 

Suele conllevar angustia mental o estrés y en alto porcentaje se asocia a problemas laborales ( no estar a gusto en el puesto de trabajo, con el horario…) o a conflictos de pareja o familiares. 

¿ Por qué se genera? 

El dolor se produce por la interacción entre los cambios irreversibles del paso del tiempo por el cuerpo ( cambios degenerativos en la columna ) y cambios reversibles ( tensión muscular, sobrecarga, malas posturas, desacondicionamiento físico, obesidad, estrés…). 

El dolor se perpetúa por:

  • falta de adaptación funcional de todo el organismo a esta situación,
  • conductas de evitación a movimientos o situaciones que se relacionan con el dolor,
  • el fenómeno de sensibilización: el cerebro está en alerta permanente y reacciona de forma exagerada a estímulos incluso no dolorosos, por lo que magnifica la información sensorial que le llega del medio. 

Empeoran el proceso:

  • experiencias y creencias propias ( “ este trabajo me mata la espalda”, “ vivo en el cuerpo de una persona de 80 años”)
  • catastrofización ( “ seguro que tengo un cáncer”, “ nunca más podré hacer vida normal”)
  • estrés personal ( familiar, laboral, conflictos internos…).

Los médicos ( o el sistema sanitario) también podemos empeorar el proceso:

  • falta de acceso a la consulta médica
  • falta de información sobre como funciona la espalda
  • recibir mensajes negativistas ( “ tiene la espalda fatal”, “ prohibido hacer deporte”)
  • recibir mensajes contradictorios de varios médicos

¿ Qué es el círculo vicioso del dolor crónico?

El paciente entra en un círculo vicioso: frena su actividad física por el dolor, esto le genera atrofia muscular y empeoramiento postural al evitar los movimientos que causan dolor, puede engordar, físicamente se encuentra peor, la percepción de uno mismo empeora, el paciente siente ansiedad/ depresión, se afecta el descanso nocturno, el dolor empeora, cada vez se mueve menos….

¿ Quién es candidato a caer en este proceso? 

Si mantienes una actitud evasiva frente al dolor tienes más posibilidades de caer en el círculo vicioso sin darte cuenta. Esta actitud se caracteriza por:

  • creer equivocadamente que el dolor es el resultado de una lesión de la estructura de la columna vertebral
  • reducir la actividad física e incluso abandonar el trabajo por miedo al dolor
  • adoptar una actitud catastrofista ante el futuro: creer que el dolor va a limitar la calidad de vida eternamente
  • abusar de medicación analgésica

¿ Cómo abandonar el círculo?

Para salir del círculo vicioso lo primero es DARSE CUENTA QUE SE ESTÁ METIDO y que el salir depende de uno mismo. Los médicos podemos explicar, indicar tratamientos y acompañar al paciente, pero el único que puede salir del círculo es el paciente con su voluntad.

El único objetivo de los tratamientos que s proponen no es reducir el dolor, sino mejorar la funcionalidad y participación del paciente.

Se debe tratar siempre de FORMA ACTIVA: 

  • tranquilizar al paciente, siempre descartar una causa anatómica grave
  • información sobre sus cambios degenerativos y como funciona la columna
  • motivación a realizar cambios en su estilo de vida

Por supuesto se requiere colaboración y participación por parte del paciente, en caso contrario ningún tratamiento será efectivo.

Se debe empezar a hacer ejercicio lo antes posible.

En ocasiones es necesaria la intervención psicológica para mejorar la motivación del paciente ,  sus creencias y modificar su comportamientos frente al dolor.

Cualquier tratamiento invasivo debe ser estrictamente indicado y supervisado por un especialista sin dejar de lado lo anterior. Es decir, se nos puede indicar una infiltración por ejemplo, pero siempre en combinación con fisioterapia, ejercicio y tratamiento psicológico. 

Asegurese de que la persona que le valora su patología de columna es un especialista en columna. Un mal consejo o una valoración negativisita o catastrofista no ayuda en su proceso. 

Confié en su médico si tras las pruebas no se encuentra una causa anatómica a su dolor.

¿ Qué protege frente a la cronificación del dolor?

Aquellos PACIENTES que SE ENFRENTAN AL DOLOR, tienen síntomas de menor duración y es menos probable que reaparezcan. Se recomienda:

  1. confiar en las explicaciones del médico cuando indica que el dolor no se debe a la existencia de una lesión sino a una disfunción puntual o un problema de disbalance muscular
  2. mantenerse lo más activo posible y seguir trabajando, evitando tan solo los gestos que empeoran el dolor pero cuidando la postura corporal
  3. asumir que el dolor tiende a mejorar en el tiempo y que en los casos en los que esto no ocurre es posible adaptarse a él sin necesidad de renunciar a casi nada
  4. tomar la analgesia solamente en casos excepcionales y de forma transitoria cuando las molestias empeoren.

Functional pain disorder- more than a nociplastic syndrome. Popkirov S et al Neurorehabilitation 2020