La obesidad por si misma ha demostrado aumentar las complicaciones médicas asociadas a las cirugías ( dificultad respiratoria, infección de orina, trombosis…) y el riesgo de infección de la herida o del material implantado, entre otros muchos problemas. Todo ello hace que las estancias hospitalarias sean más largas, es decir, si eres obeso tienes más posibilidades de que la cirugía se complique o de estar más días de la cuenta en el hospital ingresado.

Además la realización de operaciones en la columna de pacientes con obesidad ( IMC > 31) nos supone un reto para los cirujanos de columna ya que aumenta la complejidad de las técnicas, lo que hace que las cirugías duren más tiempo, además de precisar realizar cicatrices más grandes para aumentar la visibilidad que la grasa limita. También necesitamos preparar material quirúrgico específico no disponible en todos los hospitales para poder realizar la cirugía. 

Teniendo en cuenta estos factores la individualización de cada cirugía es fundamental, cada paciente es único y debe tener su propio plan quirúrgico y de cuidados posteriores.  

Los kilos de más como vemos complican enormemente el proceso por lo que nos debemos plantear seriamente  PERDER PESO.

Si la cirugía puede esperar 6 meses es conveniente probar a perder peso o incluso valorar realizar una cirugía de reducción de estómago previo a la cirugía de columna.

Perder peso antes de una cirugía:

  • reduce la incidencia general de complicaciones quirúrgicas 
  • disminuye las complicaciones derivadas de la posición quirúrgica boca abajo
  • facilita la labor del anestesista en quirófano ( intubación más fácil y menor consumo de fármacos que luego el cuerpo tiene que eliminar) 
  • facilita la técnica quirúrgica y la visión de rayos X en quirófano, por lo que disminuye el tiempo necesario para realizar la operación
  • menos riesgo de sangrado durante la operación
  • hace más llevadera la recuperación postoperatoria porque se tiene más agilidad para moverse
  • facilita la colocación de corsés en caso de que sea necesario
  • en algunos casos la pérdida de peso antes de la intervención puede hacer que ya no sea necesario operarse porque mejoran los síntomas. 

En ocasiones el paciente acude a consulta con problemas importantes como estenosis de canal o inestabilidad severa que le limitan el poder caminar largas distancias. Al no poder caminar se dificulta el proceso de adelgazamiento. En estos casos si el cirujano de columna valora que la cirugía no puede demorarse varios meses se recomiendan las técnicas mínimamente invasivas y los abordajes anteriores, ya que al lesionar menos la musculatura se disminuye el sangrado intraoperatorio, se facilita la recuperación posterior y se disminuye el tiempo de ingreso en el hospital. 

Tras el alta hospitalaria hay que plantearse seriamente de nuevo perder peso ya que…

Perder peso después de una cirugía 

  • mejora los resultados generales de las operaciones de columna 
  • ayuda en la recuperación en los meses posteriores
  • reduce el desgaste en el disco superior e inferior de la instrumentación ( síndrome del disco adyacente) 
  • mejora las tasas de unión entre las vertebras, es decir, mejora el resultado de la artrodesis 
  • disminuye el riesgo de que tengamos que volver a intervenir quirúrgicamente

Si llevas mucho tiempo con dietas e intentando perder peso y no lo consigues, te recomiendo que consultes con un experto como el Dr. Pablo Aragó Chofre. La primera consulta es gratuita y online dandole click al siguiente enlace:

https://www.doctoralia.es/pablo-arago-chofre/cirujano-general/burjassot

Bibliografía : Complexities of spine surgery in obese patients: a narrative review The Spine Journal 20 ( 2020): 501-511