El síndrome miofascial podría ser la causa de padecer contracturas de forma repetitiva o crónicas en diferentes músculos, sea por posturas relacionadas con el trabajo, un pasatiempo, el deporte o por el mismo estrés.
Se caracteriza por la aparición de puntos gatillo, que son puntos muy sensibles en el músculo con contractura continua de las fibras musculares, que al presionarlos provocan dolor en ese músculo y a veces a distancia.
El dolor del síndrome miofascial es tan intenso que a veces nos interrumpe el sueño, ya que al cambiar de posición durmiendo notamos el músculo contracturado. A veces se siente la zona como que quema, sensación de agujas y se palpan zonas induradas que son los nudos de contracción del músculo.
¿ Qué terapias se utilizan sobre los puntos gatillo?
- calor, bien directo o mediante radar o ultrasonidos
- masajes para relajar las contracturas
- estiramientos para ayudar a las fibras musculares a descontracturarse
- punción seca ( se inserta una aguja de acupuntura para desactivar el punto gatillo)
- infiltraciones con corticoides y anestésico local
- infiltraciones con toxina botulínica
¿ Qué favorece la aparición de este síndrome?
El estrés y la ansiedad puede provocar tensión en los músculos y hacer que los puntos dolorosos se mantengan en el tiempo. Por tanto los tratamientos y terapias sobre los puntos gatillo que propongamos siempre deben ir acompañados de técnicas de relajación o de técnicas de afrontamiento del estrés.
¿ Además del tratamiento de los puntos gatillo que más cosas debo tener en cuenta?
Si las contracturas han sido provocadas por malas posturas o lesiones deportivas de repetición, si no cambiamos algunos hábitos es posible que no consigamos la curación completa o que cueste más tiempo de lo habitual que desaparezcan los puntos gatillo.
En aquellas personas que no realizan deporte de forma habitual es un buen momento para iniciarse, ya que la actividad física y los ejercicios son la base para la mejoría del dolor muscular ( a groso modo, el trabajo muscular ayuda a oxigenar los tejidos y favorece la curación de las lesiones).
Con frecuencia encuentro en la consulta pacientes que cuando tienen contracturas frenan la actividad deportiva por completo por miedo a empeorar la potencial lesión, cuando lo más correcto es adaptar la actividad.
Antes de iniciar cualquier tipo de deporte recomiendo realizar entrenamiento postural y funcional para ejercitar los músculos que rodean la zona afectada y descargar el músculo contracturado.
¿ El síndrome miofascial se relaciona con la fibromialgia?
Algunos estudios efectivamente los han relacionado, es decir, las personas con fibromialgia tienen más tendencia a desarrollar síndrome miofascial, pero no son el mismo diagnóstico. Como hemos comentado el síndrome miofascial tiene puntos gatillo musculares y afecta a una zona muscular determinada, mientras que en la fibromialgia aparecen puntos dolorosos en zonas concretas por todo el cuerpo asociados a cansancio generalizado, rigidez y dolor corporal, migrañas, depresión o ansiedad, síndrome del intestino irritable, problemas de ATM, hormigueos en manos y pies, problemas de memoria o concentración.
Los pacientes con fibromialgia también pueden padecer de forma puntual el síndrome miofascial que debe ser tratado y no atribuido o confundido con su diagnóstico de base.