En el año 2022 aún es frecuente encontrar en consulta a pacientes que tras un episodio de dolor lumbar y tras realizar una resonancia ( en la que es muy frecuente ver cambios degenerativos de algún tipo), el médico les ha prohibido sin excepción realizar deporte o se les indica que solo pueden hacer natación.
Efectivamente la natación es un deporte muy completo para la columna ya que hace trabajar a la vez a muchos grupos musculares, la mayoría estabilizadores de las vértebras. Pero que pasa si no tienes una piscina cerca, no es compatible con tu horario, te da frio de pensarlo ( como a mi) o simplemente has probado y nadar te aburre o sientes que no es lo tuyo…
¿ Nunca más voy a poder hacer deporte? ¿ Se lesiona más mi columna si la fuerzo haciendo deporte?
Lo primero que quiero aclarar es que la columna NO se lesiona con el deporte. La gente deportista habitual puede sufrir lesiones deportivas, como vamos explicando en los diferentes post de deportes, pero NO se ha demostrado que el deporte practicado de manera no profesional aumente la degeneración de los discos intervertebrales.
El deporte ayuda a mantener la masa muscular, que es esencial no solo para la estabilidad de la columna sino también para mantener la densidad del hueso y prevenir fracturas a partir de los 65 años.
Además con el deporte:
- se mejora la respiración
- se disminuye el estrés
- se entrena al corazón, favorece la circulación y el funcionamiento general de nuestro cuerpo
- se libera endorfinas que favorecen el buen humor
- se estimula el aparato locomotor y se previene lesiones articulares
- ayuda a mantener el peso o adelgazar
- mejora la confianza consigo mismo y la imagen corporal
- ayuda a socializar
En la siguiente tabla, extraída del artículo de Balius y modificada en parte ( en cursiva) , se puede ver como influyen los diferentes deportes en nuestra columna vertebral:
I | vertebralmente negativos o perjudiciales | gimnasia deportiva/ ritmica/artística, judo, lucha, saltos, nadar estilo mariposa |
II | vertebralmente negativos en potencia | saltos de trampolin, esqui, carreras de obstáculos, remo, vela, equitación, halterofilia, crossfit, rugby, windsurf/kitesurf, surf, BTT |
III | vertebralmente indiferentes | running, marcha, senderismo, futbol, ciclismo, spinning, deportes de raqueta, hockey, golf, tiro con arco, patinaje, escalada |
IV | vertebralmente positivos | baloncesto, balonmano, voleibol, gimnasio,natación ( excepto mariposa) , remo, TRX, padel surf, yoga, pilates, marcha nórdica |
Podemos decir que si seleccionas un deporte tipo I mejor que tu espalda esté lo más sana posible.
Los deportes tipo II requieren también una espalda lo más sana posible pero en caso de que ya tengamos cambios degenerativos, podrían realizarse con un buen complemento de trabajo de glúteos, abdomen y piernas y en ausencia de síntomas ( si aparece dolor lumbar mejor descansar y pasar a uno de grupo III).
Los deportes de tipo III no tienen por que afectar a la columna; podemos sufrir una lesión deportiva pero igual que otra persona con la columna bien.
En los deportes de tipo IV se entrena específicamente los músculos profundos de la espalda por lo que suelen ser los que más recomendamos en la consulta cuando atendemos a pacientes con dolor y cambios degenerativos.
Si tienes problemas de columna pide consejo experto antes de iniciarte en un deporte nuevo, y recuerda que la buena técnica deportiva es fundamental para prevenir lesiones, no seas autodidacta e iniciate con ayuda de profesionales.